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Posts Tagged ‘el color de la magia’

Antes de nada debo pedir disculpas en nombre de los dos integrantes de este blog. Estamos los dos francamente liados. Yo esta semana he comenzado las dos carreras y mi tiempo se ha visto afectado gravemente; todo se retroalimenta. Con menos tiempo para hacer cosas que me gustan tengo menos tiempo para hablar de ellas, es lo que hay. Aunque siempre hay algo que puedo hacer en los momentos (escasos) de calma, y ese algo es leer un buen libro (o malo, sigo con el fatídico Memorias de Idhún III, ya hablaré de él si lo acabo algún día).

Me acabo de terminar El Color de la Magia, de Terry Pratchett. ¿Qué decir de este hombre que no se haya dicho ya en algún lugar? Es una máquina de las carcajadas. Su escritura es rápida e increíblemente ingeniosa, y todos sus libros se leen del tirón, de una manera fácil y ligera. Una cosa que me sorprendió fue el que no haya capítulos, cada cinco o seis páginas hay un pequeño parón y cambia de personajes, a veces menos, a veces más.

Sus detractores pueden decir que todos sus argumentos, personajes y tramas son bastante identificables las unas con las otras y que eso afecta a que un lector pueda cansarse al leer dos libros, eso tendría sentido si la trama y los personajes fueran lo relevante de sus historias. Lo verdaderamente relevante de la literatura terrypratchiana (término creo que inventado por mi para este artículo XD) creo que es lo terriblemente divertidos que son sus personajes, las situaciones desternillantes en las que se ven envueltos y la omnipotente carcajada en la cara a todos los escritores de fantasía que se lee en cada libro, página y frase de su obra. A parte del infinito humor absurdo de cada libro y situación, uno de los leitmotivs más importantes y constantes es la burla sana y descarada hacia cualquier obra de fantasía. Desde el mago sin ningún tipo de habilidad mágica cuya más valorada habilidad es la de conseguir huir de CUALQUIER situación, hasta el guerrero bárbaro de 80 añazos que apenas puede mantener en alto su espada, pasando por el fantástico turista (el primero, no lo olvidemos) incapaz de sentir miedo aunque le esten apuntando con sus varas cien magos furiosos.

De todas maneras, debo decir a sus detractores que no considero ni con mucho que todo sea exactamente igual en cada libro. Las situaciones son parecidas, en cuanto a lo absurdo del humor (que riza al rizo) y en cuanto a que puedes intuir hacia donde irán los tiros (probablemente hacie el culo de Rincewind, sin lugar a dudas), pero vuelvo a decir que la gracia del asunto es ver cómo lo hace. El lugar donde se lleva a cabo la acción en casi todas sus novelas (exceptuando la trilogía de los gnomos y alguna más por ahí) es el Mundodisco. Una enorme tortuga llamada Gran a’Tuin sostiene a cuatro elefantes gigantescos que a su vez sostienen el disco; la tortuga navega alegremente por el cosmos, de una manera errática e imprevisible. Es un mundo de fantasía medieval salpicado de mitos, dioses y magos que miden su capacidad mágica a través de lo rápido que pueden liarse un cigarrillo.

«Era una oscuridad tan profunda que el color negro a su lado parecería un gris deslucido«. Ésto lo he podido leer en la última novela que me he leído, El Color de la magia. En ella, el entrañable Dosflores (el primer turista del Disco) decide gastar los ahorros de toda su vida en visitar la mítica Anhk Morpork, ciudad de magia, intrigas, ladrones y princesas en apuros. La suerte quiere que aterrice cerca de la única persona de la ciudad que puede entender su idioma, Rincewind, mago de tercera. El bueno de Rincewind es un mago que no sabe hacer magia, a parte de por su innata torpeza, por el sutil acontecimiento que hizo a uno de los Ocho Hechizos más poderosos del Disco, anclarse en su mente (poniendo en franca retirada a los otros hechizos que compartían el espacio, asustados). Viven unas peripecias que les hacen ir de lado a lado del Mundodisco, enfrentarse a unos poderosos jinetes de dragones imaginarios, luchando por sus vidas en el mismísimo borde del disco, y enfrentándose a una bestia lovecraftiana surgida de un templo en la profundidad de un bosque.

Dosflores arrastra a Rincewind hacia los más atroces peligros, y éste consigue sacarlo de ellos a base de una inusitada buena suerte y de una capacidad de antelación a los acontecimientos epopéyica: Rincewind huele el peligro de muerte a quilómetros, y en ese mismo instante comienza a preparar su huida (a veces incluso a llevarla acabao ya). Además, sabe a ciencia cierta que ha estado en peligro de muerte muchas veces, e incluso a punto de morir, ya que es un mago; y a los magos en el Mundodisco los va a buscar la mismísima Muerte (que intenta hablar en mayúsculas siempre que puede).

En definitiva, Terry Pratchett en general, y el Color de la magia en particular, es un tipo de literatura fantástico-cómica, cuya única y dramática intención es arrancarte una sonrisa constante y hacer que te olvides de tus posibles preocupaciones diarias y mundanas. Leí un anuncio hace un tiempo que decía que a este autor magnífico le habían diagnosticado alzheimer, una auténtica pena. Desde aquí, fanáticos ambos de la literatura terrypratchiana, solo decirle que no podremos olvidarlo. Siempre me quedará un rato para leer alguna de sus divertidísimas novelas, muy recomendables.

Un saludo, espero haberos animado a leer algo de él, a pesar de que no a todo el mundo le acaba haciendo la misma gracia que a mi.

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